El 8 de mayo de 2025, el mundo católico recibió con emoción la noticia de que la Iglesia ya tiene un nuevo líder espiritual: Robert Francis Prevost, ahora conocido como Su Santidad León XIV.
La elección fue rápida y clara. En apenas cuatro votaciones, los cardenales reunidos en el cónclave decidieron que este religioso de 69 años, nacido en Chicago, Estados Unidos, pero con una profunda conexión con Latinoamérica, sería el nuevo Papa número 267.
Un Papa entre dos mundos
León XIV no es ajeno a nuestras tierras. Vivió por décadas en Perú, donde fue obispo de Chiclayo y se ganó el cariño de muchos por su cercanía, humildad y compromiso pastoral. Su formación agustina y su amplia experiencia misionera lo hacen un líder con los pies en la tierra y el corazón en el Evangelio.
Habla varios idiomas y, lo más importante, entiende los desafíos del mundo moderno: desde el papel de la Iglesia en tiempos de cambio, hasta la necesidad de seguir luchando por la verdad, la justicia y el perdón.
Un gesto con historia
En su primera aparición como Papa, León XIV eligió vestir la indumentaria tradicional papal —muceta roja, estola bordada y cruz dorada—, marcando un tono de respeto a la tradición, sin dejar de lado la esperanza de renovación. En su discurso inicial, recordó con cariño al Papa Francisco y saludó a los fieles en varios idiomas, incluyendo un afectuoso mensaje en español para su querida comunidad peruana.
Desde El Perífono, celebramos este nuevo capítulo con esperanza y atención.
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